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24 abril, 2021

El impuesto global que quieren aplicar a las empresas de tecnología

Cada vez parece más factible la implementación de un impuesto internacional a empresas como Google, Amazon y Facebook.

 

Desde 2014, países del G20 y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) han buscado formas de hacer que los gigantes tecnológicos paguen impuestos en donde tengan una presencia económica importante, y no en países con tasas menores o en paraísos fiscales.

 

Cada vez más cerca

En marzo de este año, en un diálogo organizado por la Agencia Francesa de Desarrollo entre Arturo Herrera, titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), y el economista francés Thomas Piketty, se dio a conocer que la posibilidad de llegar a un acuerdo es más cercana.

Herrera dijo que con la presidencia de Biden, un acuerdo internacional sobre este impuesto es más factible. En 2020, 19 de los 20 países del G20 tenían un acuerdo; el único que se negó fue Estados Unidos durante la administración de Trump. En ese momento, Trump argumentaba que el impuesto afectaría principalmente a empresas estadounidenses en el contexto de la pandemia.

A inicios de este mes se llevaron a cabo las reuniones de Primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI). En las reuniones, Janet Yellen, titular del Departamento del Tesoro de Estados Unidos dijo que su país apoya la creación de un impuesto global.

Cómo funcionaría el impuesto

Como explica Expansión, la idea es crear un impuesto mínimo global al ISR de las empresas de tecnología en los países de la OCDE y G20. Estados Unidos propone un impuesto de 21%, pero todavía no hay una propuesta oficial

En entrevista con el mismo medio,  César Catalán Sánchez del Colegio de Contadores Públicos de México, dijo que el impuesto aplicaría para empresas con ganancias superiores a los 750 millones de euros al año.

 

 

Por último, la medida está planteada para reducir los paraísos fiscales. Para esto, el apoyo de Estados Unidos era necesario, ya que las empresas estadounidenses a veces crean subsidiarias en paraísos fiscales y disminuyen sus impuestos.

 

Sin embargo, algunos puntos deben terminar de revisarse. Por ejemplo, que la tasa de ISR en un país sea más alta que la propuesta. En México, el promedio del ISR a empresas es de 30%; si el impuesto global es de 20%, México perdería una gran parte de su recaudación. En entrevista con Expansión, Felipe Hernández, economista de Bloomberg Economics, explicó que en estos casos los países no podrían aplicar esta tasa sin otro impuesto.

Al final, todos estos puntos deben estudiarse antes de crear una tasa global.

Con información de Expansión

 

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